Cómo enfrentarnos al avance inminente de la Inteligencia Artificial en el ámbito laboral y cómo aprovecharla en pos de lograr una mayor productividad.
Decir que estamos viviendo la era dorada de la Inteligencia Artificial no sería 100% fiel a la realidad. IA es un recurso lo suficientemente sólido como para hacer frente a muchas tareas complejas, pero no es tan poderoso como para temerle. Para aquellas tareas en las que se requiere un uso intensivo del pensamiento humano, aún necesitamos de las personas. De hecho, muchas industrias creativas por naturaleza han tenido que retroceder en el uso intensivo de la Inteligencia Artificial por no estar a la altura de las circunstancias.
En ese sentido, sí podemos afirmar que estamos viviendo la era de la productividad mejorada gracias a la Inteligencia Artificial. De hecho, en 7Puentes entendemos que IA debe ser parte integral de la gran mayoría de los procesos de trabajo al ofrecer beneficios concretos.
Los saltos tecnológicos suelen ser resistidos (hay trabajadores que no pueden concebir la idea de contar con la colaboración de máquinas en el desempeño de sus tareas). Sin embargo, la clave para que el pánico no nos invada radica en tener claro qué cuestiones de nuestro trabajo pueden ser reemplazadas por máquinas y en cuáles el factor humano agrega valor excluyentemente.
Si aquellos detractores extremos de la cooperación con las máquinas no quieren perder sus trabajos en manos de colegas que aprendieron a trabajar colaborativamente con ellas, el primer paso es dejar de “tapar el sol con la mano”. La salida de este callejón está en prestar atención a los recursos que la Inteligencia Artificial puede ofrecernos para facilitar nuestro trabajo.
No podemos renunciar a la creatividad y a la intuición como rasgos humanos, eso está claro. Ambos atributos representan una suerte de sexto sentido inherentemente humano. Pero eso no quita que no reconozcamos que las máquinas pueden ser altamente creativas y que pueden producir sorprendentes y artísticamente innovadores trabajos.
La intuición, mientras tanto, sigue siendo un tema “espinoso”. Los mejores expertos en Inteligencia Artificial del mundo aún no han podido resolver cómo equiparar IA e intuición. Mientras ese enigma no se devele, los seres humanos seguiremos corriendo con ventaja respecto de las máquinas en nuestros lugares de trabajo.
Con la Inteligencia Artificial como compañera de trabajo, nuestro día a día se vuelve sospechosamente utópico. Las máquinas pueden hacerse cargo de las tareas más ingratas que, hasta hace poco, eran demasiado complejas para ser automatizadas. Los seres humanos, podemos sumergirnos en los aspectos más creativos y gratificantes de nuestros trabajos. La automatización de tareas, el principal foco de 7Puentes en los proyectos de IA, permite liberar capital humano para enfocarlo en aspectos más relevantes del proceso productivo.
Nos encontramos en una extraña posición: tenemos que aceptar que la Inteligencia Artificial está dominando rápidamente lo que por mucho tiempo hemos considerado por fuera de sus posibilidades. No sólo eso, también debemos reconocer el hecho de que adoptar AI se está convirtiendo rápidamente en un prerrequisito para sobresalir en muchos campos.
Démosle la bienvenida, entonces, a la Inteligencia Artificial como una nueva compañera de trabajo.