La firma de analistas IDC asegura que 2019 será el año de la consolidación de la Transformación Digital.
El optimismo a nivel mundial en lo que respecta al gasto en IT continuará en 2019, asegura IDC, con un incremento en tecnologías de la denominada Tercera Plataforma –Cloud Computing, Big Data, Social Business y Mobility– y en aceleradores de innovación, como la Realidad Aumentada y la Realidad Virtual (AR/VR), la Inteligencia Artificial Cognitiva, el IoT, impresión 3D, Cloud, seguridad y robótica, en ese orden, como las de mayor crecimiento en inversión.
Este pronóstico tan alentador hace sentido en un contexto global de máximo cuidado y aprovechamiento de los recursos: humanos, financieros, energéticos, naturales. La tecnología vuelve todo más eficiente.
Sin embargo, nuestra experiencia como aliados de las organizaciones en soluciones transformadoras de Inteligencia Artificial, Data Science y técnicas de Machine Learning, demuestra que, contrario a lo que podemos suponer, quienes cuentan con más recursos para invertir, no son necesariamente los más innovadores o los que más rédito sacan de este proceso de transformación digital.
A pesar de las tan optimistas predicciones de IDC citadas previamente, es un hecho que la penetración en el mercado más amplio de la Inteligencia Artificial, entre otras tecnologías, está siendo relativamente limitado y más lento de lo que se cree. Existen barreras naturales a cualquier proceso de transformación industrial como lo son la falta de regulación, la dificultad para conseguir el talento o reconvertir el actual, la resistencia al cambio, etc.
Con excepción de las “plataformas” que integran actores o de nichos puntuales, como el desarrollo de chatbots y asistentes virtuales, que están cada vez más presentes, las aplicaciones de Inteligencia Artificial real en los negocios tradicionales es más limitada de lo que se cree o espera. Los estudios más completos muestran que entre las grandes empresas solo un tercio de ellas están implementando Inteligencia Artificial “a escala”. Las empresas que ya nacen digitales cuentan con dificultades para integrarse a aquellas que aún no se encuentran digitalizadas. Numerosos startups fallan porque el ecosistema aún no está preparado para una digitalización de 360°.
¿Por qué las grandes empresas y los gobiernos no se deciden a invertir en IA ni cuentan con los profesionales adecuados para conducirlos a transformarse digitalmente y volverse más eficientes e innovadores?
En la burocracia que rige a este tipo de organizaciones puede estar la respuesta a este interrogante. Los organismos de gobierno llevan adelante interminables procesos licitatorios y las grandes corporaciones ofrecen extensos plazos de pago, lo que perjudica financieramente a sus proveedores. No resultaría ser un contexto muy amigable para la innovación. Para que la transformación digital sea una revolución verdadera, los grandes actores (estados, bancos, grandes empresas, etc.) que integran e interconectan a los pequeños jugadores deberán estar digitalizados para permitir una verdadera transformación.
La oportunidad está dada para empresas como 7Puentes para que puedan ser artífices de ese despegue. Se requieren partners tecnológicos que potencien a estas organizaciones más tradicionales, acercándolas a la “ola innovadora” y entendiendo las particularidades de cada sector o industria, sus necesidades, tiempos y desafíos. El juego está abierto, el desafío es que los jugadores estén a la altura y construyan los puentes necesarios para que la innovación y la Transformación Digital digan presente finalmente.